Gracias porque con mis propias alas
me enseñaste a volar.
me hiciste ver que el miedo se disfraza
de obstáculos que hay que vencer siempre
para alcanzar nuestras metas.
Me enseñaste que la honestidad,
el esfuerzo y la voluntad deben ser
pilares en mi vida, al igual que el
amor a Dios.
Gracias, mamá, por todo lo que has
dado a mi vida.